AFUERA

AFUERA. Videoinstalación de 2 canales.

Son drones de la policía croata revelando la presencia de refugiados sirios. Una grilla de coordenadas y una mira se posicionan sobre dos imágenes en blanco y negro. A la izquierda: un grupo reducido de personas que caminan sobre una montaña, una de ellas señala hacia arriba. Toma aérea, subjetiva fantasma. A la derecha: una multitud avanza por una calle ocupándola completamente. Las personas que están en las primeras filas logran percibirse pese a que el contraste general de la imagen es tan fuerte que sólo permite distinguir los bordes de aquello que se mueve contra lo que permanece quieto (el paisaje, las casas, los árboles). Saturación, contraste, sustracción de fondo. La cámara tiembla, busca su presa. Aparece un grupo más disperso, uno de ellos se coloca una manta sobre los hombros. Se repite una misma imagen, sin embargo las miras no apuntan exactamente al mismo lugar. Seguimiento, detección, seguimiento.

El tiempo es el de la máquina que examina, analiza y compara valores para poder accionar. Busca, sin poder dar en el blanco. Un cruce de caminos. Los individuos como pixeles, las multitudes como patrones. Atraviesan un puente. Otra toma, aún más aérea: la multitud es una mancha difusa que, con el movimiento, deja detrás una estela que marca su huella. Podemos suponer sus diálogos, concebir la fuerza con que ese bloque vivo y compacto se mueve. La máquina no puede, sólo verifica cuadro a cuadro, la imagen anterior con la siguiente. Y repite su mecanismo, sigue intentando dar en el blanco. La multitud se escapa de su mira, logra evadirla. Alguien señala. Corren. Uno se abriga. Avanzan. Llevan algo bajo el brazo. Unos tienen palos. Cruzan un puente. Otros tienen los brazos cruzados. Se reúnen. Desde lejos, todos parecen luces encendidas.

OUTSIDE. A 2-channel video installation

There are drones of the Croatian Police revealing the presence of Syrian refugees. A grid of coordinates and the sight is positioned upon two black and white images. On the left: a small group of people walking on a mountain, one of them points above. Aerial shot, subjective ghost. On the right : a crowd advances along a street filling it completely. Those at the front can be made out despite the general contrast of the image being so strong that only the edges of that which is moving can be distinguished from that which appears to be still (the scenery, the houses, the trees). Saturation, contrast, background subtraction. The camera trembles, seeks its prey. A more disperse group appears, one of them has a blanket over the shoulders. The same image is repeated, although the sights do not point exactly to the same place. Tracking, detection, tracking.

The time is that of the machine that examines, analyzes and compares values to be activated. It seeks without being able to hit the mark. A crossroads. The individuals like pixels, the crowds like patterns. They cross a bridge. Another shot, from higher up: the crowd is a diffuse stain that leaves a print like a wake as it moves. Its dialogues can be supposed, to conceive the force with which that living and compact block is moved. The machine cannot do that, it can only verify the previous image with the next. And the mechanism is repeated, as it insists on hitting the target. The crowd escapes its intention, evades it. Someone points. They run. One seeks shelter. They advance. They are carrying something under their arms. Some have clubs. They cross a bridge. Others have their arms crossed. They meet. From a distance they all seem like lights turned on.